La mayoría de los campos electromagnéticos (CEM) presentes en los entornos laborales se consideran de frecuencias extremadamente bajas. Estas frecuencias van desde los 0 Hz hasta los 100 kHz e incluyen la frecuencia de 50 Hz de la alimentación eléctrica, que es la más habitual.
Mediante dos píldoras informativas, BCN Projecta le informará sobre algunas de las fuentes que los pueden provocar y sobre los niveles que podemos esperar.
Antes de nada, en esta primera parte repasaremos conceptos básicos sobre los CEM y sobre sus posibles efectos sobre la seguridad y la salud de los trabajadores.
¿Qué son los Campos Electromagnéticos (CEM)?
El campo eléctrico y el campo magnético
El concepto de campo es muy general en física y describe el estado específico de una magnitud física para cada punto de una región del espacio. Normalmente se utiliza para magnitudes físicas capaces de ejercer una fuerza.
El campo eléctrico describe la fuerza ejercida en una unidad de carga eléctrica. Lo producen cargas eléctricas, independientemente de su estado o movimiento. La unidad de campo eléctrico es la intensidad de campo expresada en Voltios por metro (V/m).
El campo magnético describe la fuerza ejercida en una unidad de carga eléctrica en movimiento. Lo producen cargas en movimiento y son, por tanto, proporcionales a las corrientes eléctricas de un sistema, independientemente del voltaje que se utiliza. Para la medida de campos magnéticos se utiliza el flujo magnético expresado en Teslas (normalmente en militeslas (mT) o microteslas (μT)).
Tanto el campo eléctrico como el campo magnético son magnitudes vectoriales. Es decir, se caracterizan por una intensidad (valor de campo) y una dirección que sirve para determinar cómo se ejercerá la fuerza sobre las cargas eléctricas.
Una línea de fuerza o línea de flujo, en el contexto del electromagnetismo, es la curva tangente que proporciona la dirección del campo en este punto.
Campos eléctricos y magnéticos estáticos y variables en el tiempo
Mientras las cargas y las corrientes son estáticos, la electricidad y el magnetismo son fenómenos distintos. Las cargas en reposo o en movimiento lento generan campos «casi estáticos». Sin embargo, las distribuciones de cargas que varían bastante en el tiempo (cargas aceleradas) conllevan un acoplamiento de los campos eléctrico y magnético que es mayor cuanto más aumenta la frecuencia.
Las características y las interacciones de unos y otros son totalmente descritas por las llamadas ecuaciones de Maxwell. Estos campos acoplados que varían en el tiempo son conocidos como componentes de radiación. A frecuencias extremadamente bajas, los campos radiados por una fuente son despreciables ya que, en exposiciones prácticas a estos márgenes frecuenciales, la radiación sólo acontece dominante a distancias de la fuente comparables a la longitud de onda.
Interacción con el cuerpo humano de los Campos Electromagnéticos (CEM)
Los campos electromagnéticos en el cuerpo humano
Campos eléctricos
A bajas frecuencias, el cuerpo humano es un buen conductor y las líneas de campo eléctrico son aproximadamente perpendiculares a la superficie del cuerpo. En consecuencia, se inducen cargas eléctricas en la superficie expuesta que oscilan y que, a su vez, inducen corrientes en el interior del cuerpo.
El campo eléctrico interno es bastante inferior al externo (de 5 a 6 veces menor a 50 Hz, por ejemplo). Para un campo eléctrico externo dado, los mayores campos eléctricos inducidos en el cuerpo se producen cuando el cuerpo humano está en perfecto contacto con el suelo a través de los pies (cuando está conectado eléctricamente a tierra). Los campos inducidos menores se producen cuando el cuerpo está aislado del suelo (cuando está en «espacio libre»).
Campos magnéticos
Dado que la permeabilidad de los tejidos humanos es igual a la del aire, el campo magnético dentro del cuerpo es igual al externo. Es decir, el cuerpo de los humanos o de los animales no perturba significativamente el campo magnético. La mayor interacción con los campos magnéticos se debe a la inducción de Faraday de campos eléctricos y en las densidades de corriente asociadas en los tejidos conductivos.
Los campos eléctricos inducidos en el cuerpo por los campos magnéticos externos son mayores cuando las líneas de campo son transversales al cuerpo, de delante hacia atrás, aunque para algunos órganos concretos lo son para campos alineados de lado a lado. Los campos inducidos menores se producen cuando el campo magnético externo es orientado verticalmente a través del eje corporal. Para una orientación y valor de campo magnético dados, la inducción de campo eléctrico es mayor cuanto más alto es el individuo.
Efectos sobra la salud y la seguridad establecidas por la literatura científica
Efectos agudos
Neurocomportamiento
La exposición a campos eléctricos de baja frecuencia causa respuestas biológicas conocidas, desde la mera percepción hasta la molestia, pasando por efectos superficiales debidos a las cargas eléctricas.
La base para la protección de la salud sólo se fundamenta en los efectos suficientemente establecidos que son:
- Percepción de carga eléctrica superficial. También hay que considerar las descargas eléctricas por corrientes de contacto o inducidos.
- Estimulación directa de tejido muscular y nervioso. Por ejemplo, de las fibras nerviosas con mielina del sistema nervioso periférico humano.
- La inducción de fosfenos magnéticos en la retina (sistema nervioso central) en personas expuestas a campos magnéticos de baja frecuencia. Este fenómeno corresponde al efecto directo de excitación nerviosa o muscular por campos eléctricos inducidos mejor establecido.
Hay otras evidencias científicas indirectas de que funciones cerebrales tales como el procesamiento visual o la coordinación motora se pueden ver afectados transitoriamente por campos eléctricos inducidos, pero no son lo suficientemente fiables para servir de base para la elaboración de medidas de protección.
Efectos crónicos
Cáncer
En el año 2002, en base a asociaciones observadas en estudios epidemiológicos de leucemia en niños, la IARC (Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer) clasificó los campos magnéticos de frecuencia extremadamente baja como posiblemente carcinogénicos en humanos. Los estudios demuestran un patrón consistente de incremento de riesgo de leucemia infantil para exposiciones diarias, crónicas, a campo magnético de baja intensidad (0,3 μT 0,4 μT) proveniente de líneas de alta tensión. Sin embargo, el hecho de que las evidencias sean tan débiles, y además sin causalidad establecida, justifica que no se hayan utilizado de base para las normativas de prevención.
Autor del artículo
Raimon Balart
Ingeniero de Telecomunicaciones
Miembro del equipo de BCN Projecta Associats S.L.
Prevención de Riesgos Laborales a la exposición de Campos Electromagnéticos
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